07 Ene Viajar a Río de Janeiro dos días: ¿qué hacer y qué visitar?
Viajar a Río de Janeiro dos días: ¿qué hacer y qué visitar?
Si vas a viajar a Río de Janeiro, te dejamos un recorrido que discurre por algunos de los puntos más conocidos de la ciudad carioca. En el idioma guaraní, carioca significa «casa del hombre blanco»Nuestro recorrido comprende lo que consideramos más importante para visitar en Río de Janeiro. También te permitirá disfrutar del Bosque Tropical, escapando un poquito del calor, y bajar a una de las playas más conocidas de Río de Janeiro. Nosotros lo hicimos en pareja, pero es apto para niños. Eso sí cuidado con el calor. Puede llegar a ser sofocante. El recorrido te puede llevar todo un día y para hacerlo necesitarás un taxi o un vehículo particular. El segundo día lo puedes dejar para conocer el centro histórico de Río de Janeiro.
Es importante que sepas que este recorrido no lo podrás hacer durante los fines de semana. La Estrada de Corcovado se cierra y habría que dar un rodeo muy grande entre el Monte Corcovado y Floresta de Tijuca.
Si no tienes más opción, lo único que tienes que hacer es incluir el Monte Corcovado en el otro itinerario que te proponemos por el centro de Río de Janeiro. De esta forma, este recorrido lo empezarías directamente en Floresta de Tijuca.
El Monte Corcovado y el Cristo Redentor
El primer punto que hay que visitar en Río de Janeiro es el Cristo Redentor (1), en el Monte Corcovado.Las primeras referencias a este pico se remontan al siglo XV. Pero no es hasta el siglo XVIII cuando el monte recibe ese nombre. En 1824 se convierte en un pequeño fuerte, desde el que observar toda la bahía de Guanabara y el Océano Atlántico. Pero las vistas que se contemplaban desde este magnífico lugar atrajeron cada vez a más gente.
Esto hizo que en 1884 se construyera una línea férrea que terminaba a 40 metros de la cumbre del monte. Después, en 1910, la línea pasó a ser eléctrica. Aun hoy la línea férrea sigue funcionando y constituye una opción muy cómoda para subir al monte.
Desde sus 704 metros de altura, las vistas que se observan desde este lugar abarcan toda la ciudad, la bahía y el océano. Pero deberás tener en cuenta que la probabilidad de que haya nubes es muy alta. De hecho, cuando subimos nosotros no se veía ni el Cristo Redentor. Tuvimos que esperar para que se despejara el cielo y ver la estatua. Pero, aun así, las nubes tapaban la ciudad y no pudimos ver nada.
Existe un enlace que te permite comprobar la visibilidad, pero aun así las condiciones cambian de un momento a otro muy rápido.
¿Cómo subir al Monte Corcovado?
El acceso a los coches particulares en la actualidad está prohibido. Un turismo sólo podrá llegar hasta el Centro de Visitantes de Paneiras. De hecho, básicamente sólo hay dos formas de subir al monte.
El Trem Do Corcovado
Por un lado, puedes subir a través del Trem Do Corcovado (2), una línea eléctrica que sube desde el barrio de Cosme Velho. Las colas son enormes por lo que no está de más que compres tu billete por adelantado a través de su página web. En el trayecto seguro que te puedes encontrar con algún mono capuchino o un tití trepando por los árboles o las lianas.
Las furgonetas de Paneiras Corcovado
Por otro lado, puedes subir con las furgonetas, que parten del Centro de Visitantes de Paneiras. Esta fue la opción que utilizamos nosotros. Un taxi nos subió al centro de visitantes y allí compramos los billetes para subir al monte.
Si subes en coche hasta el centro de visitantes, debes tener en cuenta varias cosas:
Los sábados y los domingos cierra una de las carreteras de acceso, la Estrada Do Corcovado, por lo que deberás subir por la Estrada Das Paneiras.
Puede haber desprendimientos de tierra en caso de lluvias torrenciales que limiten o impidan el acceso.
Puede haber niebla que dificulte la visibilidad.
Apenas hay espacio para dejar el coche particular una vez que te aproximas al centro de visitantes. Por tanto, si subes en coche hasta el centro de visitantes, lo mejor es que lo hagas en un taxi.
Las furgonetas salen también de otros tres puntos de Río de Janeiro, pero los precios en esos casos son más caros: en la Plaza de Largo do Machado, que se encuentra en el barrio de Flamengo, en la Playa de Copacabana y, el más retirado, en Barra de Tijuca.
El centro de visitantes
Una vez compras el billete en los mostradores del centro de visitantes, te aparece la hora de embarque. Te deberás dirigir al extremo izquierdo de la tienda para acceder a las furgonetas. A primera hora de la mañana, tardamos como 30 minutos en poder subir a la furgoneta, tiempo suficiente para ver el centro de visitantes de la segunda planta. Conforme vaya aumentando la afluencia, imaginamos que el tiempo de espera será mayor.El centro de la segunda planta es muy sencillo. Tiene unos paneles con mucha información del Parque Nacional de Tijuca y una maqueta impresionante tanto del parque como del Monte Corcovado. Lo justo para poder saber un poquito más del parque mientras esperas a la furgoneta que te ha de subir al monte. No olvides estar pendiente de la hora asignada. La tienda tiene unos libros magníficos sobre la ciudad, pero su precio es mucho más alto que el que te podrás encontrar en cualquier librería del centro de Río de Janeiro.
Cristo Redentor
Una de las 7 maravillas del mundo. Esta escultura de Jesucristo de estilo Art Déco está construida con hormigón armado recubierta de esteatita (también llamada piedra jabón). Tiene una altura de 38 metros (incluido el pedestal) y una envergadura de 28 metros. Es uno de esos pocos lugares del mundo donde percibes su espiritualidad nada más pisarlo. SI vas a viajar a Río de Janeiro, no te lo debes perder.En un país donde el catolicismo sigue siendo la religión predominante, la estatua brilla como un símbolo religioso y cultural no sólo de Río de Janeiro sino de todo Brasil.
En 1888, tras la abolición de la esclavitud, la Princesa Isabel quiso que se construyera una estatua del Sagrado Corazón de Jesús, salvador de los hombres. Pero, con la proclamación de la I República, el proyecto no salió adelante. La idea se retomó como parte de los preparativos para conmemorar el primer centenario de la independencia de Brasil. La construcción se inició el 24 de abril de 1922 y el 12 de octubre de 1931 fue inaugurada oficialmente.
Justo detrás de la estatua, se encuentra la Capilla de Nossa Senhora Aparecida, una pequeña iglesia abierta a la oración, donde se encuentra el verdadero corazón de Jesús.
Recuerda no perder tu billete durante todo el trayecto o tendrás que comprarlo de nuevo para bajar de nuevo al centro de visitantes.
Mirador de Doña Marta
El Parque Nacional está lleno de miradores, que compiten por las mejores panorámicas de la ciudad. De esta forma, si en el Monte Corcovado estaba nublado, vas a tener más oportunidades de disfrutar de bonitas panorámicas de la ciudad. Una de ellas es el Mirador de Doña Marta (3), a 360 metros de altura. Desde el Mirador y desde el helipuerto que se encuentra en sentido contrario, puedes tener una vista de 306 grados de la ciudad.
El Parque Nacional de Tijuca será una de tus razones para viajar a Río de Janeiro
El Parque Nacional de Tijuca es uno de los mejores representantes de lo que se conoce como bosque atlántico tropical (o mata atlántica), que compite en belleza con la selva amazónica. Se anuncia como el parque que más visitas recibe al año, en torno a 3 millones de visitantes. Y desde 1861 ha gozado de protección. La integración de la ciudad con la selva tropical fue uno de los criterios que la UNESCO consideró para incluir la ciudad en 2012 dentro del catálogo del Patrimonio de la Humanidad.
En cifras, 39 kilómetros cuadrados en los que habitan más de 103.000 especies de animales y más de 43.000 especies vegetales. Está dividida en tres sectores:
1. Floresta da Tijuca
2. Pretos Forros
3. Serra Da Carioca
4. Pedra Bonita e Gavea
Unos cuantos datos prácticos
Si vas a viajar a Río de Janeiro, querrás conocer la selva tropical que tanta fama le ha dado a la ciudad. Con este recorrido, vas a poder conocer los dos primeros sectores del parque. Si piensas subir al parque, recuerda observar las precauciones propias de todos los espacios naturales. En los diferentes puntos de acceso hay pequeños controles, donde te preguntarán qué vas a hacer dentro del parque. Eventualmente, en caso de que haya muchos visitantes, te podrán impedir el acceso. El horario del parque es de 8:00 a 17:00. Si te adentras en el bosque tropical, puede que haya zonas en las que no tengas cobertura de móvil.Con un poco de suerte, quizás puedas ver un tucán, alguna de las especies de macaco que habitan el parque o alguna lechuza.
Floresta
La Floresta representa, junto con Pretos Forros, la parte más interior del parque. El recorrido en coche por el parque es circular y discurre por carreteras de una sola dirección. La visita a la cascada es sólo una excusa para dedicarle un par de horas a adentrarte en la selva con el coche y ver cómo aun permanecen algunas casas señoriales, fuentes, bancos, esculturas, estanques y otras edificaciones del s. XIX.En esta zona se encuentra el Pico Da Tijuca (4), que, con sus 1.022 metros de altitud, es el punto más alto del parque nacional.
Comienza en Alto de Boa Vista, subiendo por la Estrada da Cascatinha. Nada más entrar en el parque te encontrarás con un pequeño control. Y, enseguida, llegarás a la cascada.
Cascatinha Taunay
Subiendo por la carretera, la cascada la dejas a la derecha (5) y un poco más adelante, a la izquierda, te encuentras con un pequeño aparcamiento de unas 30 plazas para poder dejar el coche. Se trata de un salto de agua que forma el Río Tijuca. Es el más alto del parque, con 35 metros de altura, y el más conocido. Recibe su nombre de un pintor francés, Nicolas Antoine Taunay, dueño de las tierras en las que se localizaba la cascada.
Capilla Mayrink
Desde allí, si sigues subiendo con el coche, dejas a la derecha uno de los edificios que mejor se conservan, la Capilla Mayrink (6). Construida en 1855 y restaurada en 2000. Su característico color rosa contrasta con el entorno en el que se ubica.
Centro de Visitantes
El siguiente punto de parada puede ser el centro de visitantes (7). Inaugurado en 2001, su exposición sobre la que llaman la selva urbana se orienta fundamentalmente en el uso responsable de los recursos y la conservación del bosque tropical. Es bastante más modesto que el que podrás encontrar en Paneiras, se encuentra algo desfasado. Tampoco está en muy buen estado de conservación.
De hecho, la maqueta que encuentras aquí no tiene nada que ver con la que te puedes encontrar en Paneiras. Pero muy cerca hay un parque con columpios, donde los más pequeños podrán relajarse y jugar un poco. Ahora bien, si no tienes mucho tiempo y sólo puedes ir a uno, no dudes en visitar el de Paneiras, que además te pilla de camino al Monte Corcovado.
Tanto del centro de visitantes como de la Cascatinha Taunay salen varias rutas para hacer senderismo.
Açude da Solidao
Cuando el bosque fue ocupado por los cultivadores de café, el lugar (8) era un pantano conocido como Lago de los Cerdos debido a que los jabalíes bajaban hasta allí en busca de agua. Después fue transformado en un hermoso rincón por el paisajista Roberto Burle Marx.
Serra da Carioca y el Parque Lage, dos lugares que hay que visitar en Río de Janeiro
Es la parte más grande y la más conocida del parque. Además del Mirador de Santa Marta y del Monte Corcovado, de los que ya te hemos hablado aquí se ubica el Parque Lage y la Vista Chinesa, entre otros.
Vista Chinesa
El primer punto de la parada es la Vista Chinesa (9). Se trata de una estructura de estilo oriental construida en 1906 y restaurada en 2013. Desde este mirador se tiene una panorámica estupenda de la ciudad y, sobre todo, de la zona de Ipanema. En tu camino, antes de llegar aquí, pasarás también por la Mesa do Imperador, otro mirador. Si no tienes mucho tiempo, basta con que pares en uno u otro.
Cachoeira Do Horto
El siguiente punto de parada es Cachoeira Do Horto (10), un pequeño salto de agua, en las que puedes hacer una breve parada para refrescarte. A diferencia de las cataratas Taunay, donde el acceso está prohibido, en esta vimos gente bañándose, aunque nosotros no íbamos preparados. Si vais a meteros en el agua, sólo piden que no utilices cremas ni cualquier otro producto químico. Tampoco admiten animales.
Parque Lage
Estamos hablando de 174.000 metros cuadrados de bosque tropical atlántico. La propiedad perteneció durante el siglo XIX a la familia de Rodrigo de Freitas, que fue quien diseñó los jardines que encuentras a la entrada. Después, pasó a manos de Henrique Lage, quien construyó en 1920 el palacete de estilo italiano para su mujer. En el patio interior del palacete hay un café en el que puedes picar algo. Desde ese patio interior se divisa el Cristo del corcovado, una de las clásicas fotografías de quienes van a viajar a Río de Janeiro.
Seguramente en tu camino al Parque Lage (11), pases por la Iglesia de Santa Margarida Maria (12). La tradición carioca cuenta que quien se casa aquí, no se divorcia.
La playa de Ipanema
La Playa de Ipanema (13) y la Playa de Copacabana (14) son las playas más conocidas de Río de Janeiro y siempre están en la cabeza de quienes van a viajar a Río de Janeiro. Nosotros nos decantamos por la primera.Los fines de semana está abarrotada de todo tipo de gente de la ciudad. Así que para poder observarla en todo su esplendor lo mejor es que vayas un día laborable y con la marea baja. Si no, te puedes llevar una pequeña decepción. Eso sí, dicen que la playa de Ipanema es la mejor para disfrutar de un bonito atardecer.
Los domingos se monta un mercadillo muy pintoresco en la Praça General Osório (15). Allí podrás encontrar productos artesanales, esculturas, cerámicas, pintura, bisutería y todo tipo de recuerdos.
Sus calles comerciales también están muy concurridas y también merece la pena que te des un paseo por ellas. En tu camino te encontrarás con el famoso bar de la Garota de Ipanema (16), famoso por ser el lugar donde Vinicius de Moraes y Tom Jobim compusieron en 1962 “La Garota de Ipanema”. Esta canción en poco tiempo se convirtió en uno de los mayores exponentes de la Bossa Nova. Frank Sinatra la cantó 5 años después en su versión inglesa. Muy cerca también tienes la Laguna Rodrigo de Freitas por si quieres dar un paseo por su orilla o subir a un barco de pedales, pero a nosotros ya no nos dio tiempo. También puedes aprovechar a darte un chapuzón en la playa.
Sea como sea, no llegues más tarde de las 19:00 a Playa Vermelha, si quieres subir tranquilamente a Pan de Azúcar. Es cierto que cierra a las 21:00, pero la última bajada desde Pan de Azúcar es a las 20:40, puede haber colas y merece la pena que puedas disfrutar allí arriba con tranquilidad de las vistas.
Pan de Azúcar, imprescindible si vas a viajar a Río de Janeiro
El punto final del recorrido lo pone Pan de Azúcar (17), uno de los lugares más famosos y, a la vez, más visitados de Río de Janeiro, aunque no es el más alto de Río. Ese honor lo ostenta Pedra Da Gávea, que alcanza los 842 metros de altura. Viajar a Río de Janeiro y no subir es un auténtico pecado.
Historia
El trayecto en teleférico (bondinho) para subir al Morro de Pan de Azúcar se divide en dos tramos. El primer tramo, construido en 1912, te lleva desde Playa Vermelha a Morro de Urca. El segundo tramo, construido en 1913, te lleva desde Morro de Urca hasta Pan de Azúcar. Fue el tercer teleférico de pasajeros implantado en el mundo.
Fue objeto de sucesivas restauraciones en 1972 y 2008 para mejorar las cabinas. En el Morro de Urca, nada más entrar a tu izquierda, en la Plaza de los Bondes, puedes contemplar el diseño de las cabinas que se utilizaron a lo largo de la historia del teleférico.
Recuerda no perder tu billete durante todo el recorrido o tendrás que comprarlo de nuevo.
El Morro de Urca
En el Morro de Urca no dejes de pasar al Cocuruto, un pequeño local que contiene información sobre el funcionamiento y la historia del teleférico. Y, en tu camino de vuelta, hacerlo por la vía verde, un pequeño paseo sobre unas pasarelas de madera para ver más de cerca el bosque tropical.
Helisight
En el Morro de Urca encontrarás un helipuerto que realiza vuelos panorámicos por la ciudad. La empresa tiene también salidas desde la Laguna Rodrigo de Freitas. Nosotros no subimos, pero resulta realmente tentador y un complemento perfecto para quienes van a viajar a Río de Janeiro.
El Pan de Azúcar
El punto más alto de la visita se encuentra a 396 metros sobre el nivel del mar y desde aquí se tienen unas vistas magníficas de la ciudad, de la Bahía de Guanabara y de la Playa de Copacabana. No te extrañe que durante algún momento de tu visita te sorprenda alguna nube que atraviese cualquiera de los dos morros. Si las nubes no te lo impiden, ver el atardecer aquí es impresionante.
Si quieres ver algunos de los lugares mencionados en este artículo, puedes ver este video:
Con esto termina nuestra primera propuesta para viajar a Río de Janeiro. El segundo día lo puedes dedicar a visitar el centro histórico de la ciudad. Y si te ha gustado la ciudad, mucho más te va a gustar Iguazú. Sea como sea no dejes de leer nuestros consejos para viajar a Brasil.
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