02 May Todas las cosas que hacer en Ámsterdam durante tus vacaciones en Holanda
Todas las cosas que hacer en Ámsterdam durante tus vacaciones en Holanda
Son muchos viajes los que hemos hecho ya a Ámsterdam, pero nunca lo habíamos hecho con nuestros hijos. Así que aprovechamos nuestras últimas vacaciones en Holanda para enseñarles todas las cosas que se pueden hacer en la ciudad. Para ello, organizamos una ruta que recogiera lo más representativo de la ciudad sin cansarse mucho.Ámsterdam luce sus mejores galas si tienes suerte de encontrarte con un buen día de otoño
Llegar a Ámsterdam
Nuestra ruta comienza en la estación de Amsterdam Centraal, el centro neurálgico de comunicaciones del centro de la ciudad. Pero antes de contarte todas las cosas que hay que hacer en esta ciudad de Holanda, te dejamos las diferentes opciones para llegar a Amsterdam Centraal con el coche o con el tren.En coche
Si has alquilado un coche, tienes dos opciones para aparcar en Ámsterdam.
Los canales son una de las principales atracciones de la ciudad
Aparcamientos en el centro
La empresa Q Park dispone de plazas de aparcamiento en diferentes lugares del centro de la ciudad como, por ejemplo, el Rijksmuseum o la estación de Amsterdam Centraal. No intentes callejear mucho por el centro ya que, de un lado, conducir por el centro de Ámsterdam es complicado y, de otro, el coste oscila entre los 45 y 55 euros por día. Algunos aparcamientos admiten un sistema de pre-reserva que abarata un poco el coste.
No me veo aparcando el coche en el centro de Ámsterdam
Park and ride
Esta opción tiene la ventaja de que no hace falta que metas el coche por la zona de canales y, además, es mucho más barata.
¿Cómo funciona?
Puedes aparcar tu coche sólo por 8 euros al día. Y si llegas después de las 10.00 o durante el fin de semana, el precio baja a 1 euro. Al aparcar recibes un tique. En algunos aparcamientos como, por ejemplo, el del Estadio Olímpico, hay una entrada específica para quienes usan este servicio.
Una vez hayas aparcado tienes que usar el transporte público para llegar al centro. Tienes que comprar específicamente el billete de ida y vuelta GVB P+R ticket. Cuantas más personas viajen (hasta un máximo de cinco), el trayecto por persona es más barato.
La bicicleta en Ámsterdam forma parte del día a día de sus ciudadanos. 20.000 bicicletas se rescatan al año del fondo de los canales
Para volver tienes que validar el billete desde la zona del centro de la ciudad y no tardar más de una hora desde la validación hasta el aparcamiento. Una vez allí, escaneas el GVB P+R ticket para que te aparezca la tarifa especial, pagas y dejas el aparcamiento.
Puedes dejar el coche en el Estadio Olímpico y luego subirte a la línea 24 de tranvía que te lleva directo hasta la estación central en poco más de media hora.
NS Trenes
Otra opción para llegar a Amsterdam es hacer uso de la red de trenes de cercanías de NS para llegar a Amsterdam Ceentral. Desde el aeropuerto de Schiphol cuesta 4,60 euros y desde la Haya 12,40 euros. Súmale un euro si lo sacas en las máquinas que hay en la estación. No uses el Sprinter, que hace más paradas. Elige, siempre que puedas, el Intercity.
Moverte por Ámsterdam
El centro de Ámsterdam es relativamente pequeño y plano por lo que resulta perfecto para hacer todas las cosas que te proponemos hacer en nuestra ciudad favorita de Holanda, sin tener que usar el transporte público.Todo está relativamente cerca y si no tienes costumbre la bicicleta puede tener también sus peligro. Lo mejor es recorrer la ciudad andando
Ahora bien, si por cualquier circunstancia, necesitas usarlo, te dejamos la referencia de la página web de GVB, la empresa que opera el autobús, el tranvía y el metro en Ámsterdam
I Amsterdam City Card
Se trata de una tarjeta que te permite hacer un montón de cosas en Ámsterdam , aunque no incluye otras ciudades de Holanda, sí que incluye el transporte público y algún paseo que otro por los canales.Un garaje de lo más pintoresco que nos encontramos en nuestro camino
El coste de la tarjeta de 24 horas es de 65 euros. Nosotros sólo fuimos al Museo de Anna Frank, el Rijksmuseum y a un crucero por los canales, así que no nos compensaba sacarla. Pero, si en tu ruta, quieres añadir algo más como, por ejemplo, el Museo de Van Gogh o el mirador de A’dam Lookout ya te compensa.
La bicicleta, como te decíamos, es un símbolo de la ciudad y del país
En cuanto al uso del transporte público, nosotros no hemos hecho uso de él en Ámsterdam. Todo está muy cerca y encima no hay ni una sola cuesta.
El recorrido
Comenzamos nuestra ruta en Amsterdam Centraal (1), ya que llegamos en tren desde La Haya. Los canales ya estaban repletos de barcos achatados pintados con colores muy chillones, tal vez para atraer la atención del turista. Pero aún no era el momento de subirse a uno, ya que teníamos hora para entrar en el Museo de Anna Frank.El barrio de Jordaan
El trayecto entre Amsterdam Centraal y la plaza del Dam nos ha parecido horrible y siempre está abarrotado de gente. Así que, con la excusa de ir al Museo de Anna Frank, giramos a la derecha y nos dirigimos directamente al barrio de Jordaan.Papiermolensluis, una de los puentes más fotografiados de Ámsterdam
Nos decantamos por esta zona porque es muy tranquila, no hay tanta gente como en el centro y tiene un montón de rincones muy pintorescos.
Y para comprobarlo de primera mano, paramos en el Papiermolensluis (2), uno de los puentes de piedra más fotografiados de Ámsterdam. Nosotros llegamos bordeando los diferentes canales que llegan hasta él. Aprovechamos para ver también las hileras de casas flotantes prefabricadas, que se han acabado convirtiendo en otro símbolo de la ciudad. Las hay que llegan a costar un millón y medio de euros.
También puedes venir por la calle de Haarlemmerstraat, pero si es muy pronto en la mañana los comercios estarán cerrados y la calle seguro que pierde mucho de su encanto.
Noordermarkt
Al pie de la Noorderkerk, una iglesia protestante del siglo XVII, todos los lunes y los sábados se celebra un mercadillo de antigüedades y sobre todo de ropa usada: el Noordermarkt (3).Un mercadillo de cosas de segunda mano de los mil que te puedes encontrar en los Países Bajos
El mercado arranca como un mercado de cerámica y porcelana en 1623, lo que le convierte en uno de los mercados más antiguos de la ciudad. Desde entonces han cambiado muchas cosas, pero el mercado sigue celebrándose cada semana.
La Casa de Anna Frank
Después de tomar algo para coger fuerzas, pasamos al Museo de Anna Frank (4), del que no te podemos dejar apenas testimonios gráficos ya que las fotografías están prohibidas.Una de las fotografías de Anna Frank que decoran la entrada al museo
La verdad es que el Museo despertó la curiosidad de nuestros dos hijos. Tal vez el hecho de que la protagonista fuera una niña de su edad les hizo empatizar con la (triste) historia que cuenta.
Datos prácticos
Pese a que tiene uno de los horarios más amplios de todos los museos, entrar aquí sin una reserva previa para nosotros ha sido misión imposible, y eso que lo hemos intentado varias veces. Así que esta vez no nos pasó e hicimos la reserva con una semana de antelación.
La entrada cuesta 14 euros, 7 para los menores de 18 años y 1 para los menores de 10. La entrada es gratuita con la Museumkaart. Al entrar te dan una audio guía en el idioma que elijas y te advierten de la prohibición de hacer fotografías.
La visita
A lo largo del recorrido visitas las diferentes dependencias de la casa donde la familia Frank se ocultó entre 1942 y 1944. Se trataba de un edificio de oficinas que comunicaba con otro interior (“la casa de atrás”) a través de una habitación. La entrada a la casa de atrás se ocultó tras una estantería.
La puerta principal de las oficinas donde se escondió Anna Frank
En las dependencias, vas descubriendo como se organizó la familia Frank durante los dos años que estuvieron escondidos, mientras te van contando de forma paralela el destino de los judíos holandeses durante la II Guerra Mundial. La visita termina con los diarios originales que escribió Anna y que descubrió su padre, el único superviviente de la familia, tras su regreso de Auschwitz. Anna murió de tifus en el campo de concentración de Bergen-Belsen en Alemania.
Westerkerk
La Westerkerk (5) fue construida como iglesia protestante entre 1620 y 1631 en estilo renacentista holandés. Es una de las iglesias más conocidas de Ámsterdam, por ser la principal iglesia protestante de la ciudad y por albergar la tumba de Remdrandt.Si entras dentro de la iglesia podrás ver la tumba de Rembrandt
Nosotros paramos también a ver la pequeña escultura que sirve de homenaje de la ciudad de Ámsterdam a la pequeña Anna Frank y que está justo al lado de la iglesia.
La escultura de Anna Frank a la entrada de la iglesia
De 9 Straatjes
Antes de continuar con tu recorrido, merece la pena que te dediques a dar un paseo por De 9 Straatjes (las 9 calles), una zona que ha puesto muy de moda en Ámsterdam desde la década de los 90.Las 9 calles que dan nombre a la zona son las que atraviesan los canales. El nombre de las tres de la derecha no aparece
Se ubica entre los canales de Singel y Prinsengracht. Se trata de 9 calles que conectan los dos canales: Reestraat, Hartenstraat y Gasthuismolensteeg, al norte; Berenstraat, Wolvenstraat y Oude-spiegelstraat, en el centro de la zona, y Runstraat, Huidenstraat y Wijde-heisteeg, en el extremo sur.
La zona está llena de comercios de lo más pintorescos
En estas nueve calles encontrarás casas con mucho estilo, comercios de todo tipo, desde los más artesanales hasta los más modernos, así como buenos restaurantes. Un lugar encantador y delicioso que contiene toda la esencia de la ciudad.
Una primera parada para el avituallamiento
Nosotros paramos a probar las patatas fritas con mayonesa de trufa de Fabel Friet (6), en Runstraat. Las patatas, en su punto y la mayonesa, de escándalo.
La plaza de Leidseplein
El Rijksmuseum
Seguimos callejeando por la ciudad hasta llegar a Leidseplein primero y el Vondel Park después. Si tienes tiempo, no está de más que le dediques un rato a pasear por este parque. Que la estrecha verja no te engañe, ya que, una vez hayas caminado unos minutos, el parque se ensancha y se muestra en todo su esplendor.La entrada al parque te puede llegar a engañar con las dimensiones del mismo
Una vez en el Rijksmuseum (9), subimos directamente a la segunda planta, a la llamada Galería de Honor. Aquí se exhiben las principales obras de los maestros del Siglo de Oro de la pintura holandesa. Para no aburrir a nuestros hijos, optamos por pararnos sólo en La Lechera y La callejuela, de Vermeer de Delft, así como en varias obras de Rembrandt: Los Síndicos de los Pañeros, la Ronda de Noche y los retratos de Marten Soolmans y Oopjen Coppit, los únicos retratos que pintó Rembrandt.
Los Síndicos de los Pañeros
Como curiosidad te diremos que legalmente el retrato del hombre, Marten Soolmans, pertenece al Rijksmuseum de Ámsterdam y el de la mujer, Oopjen Coppit, al Museo del Louvre de Francia. Ambas obras son exhibidas alternativamente en los dos museos. Tuvimos suerte.
La galería de Honor
Justo al lado se encuentra una maqueta de un buque de guerra holandés a finales del siglo XVIII. El nombre es algo complicado: William Rex, Adriaen de Vriend, Adriaen Davidsen y Cornelis Moerman. Después bajamos a ver el autorretrato de Van Gogh y ya nos marchamos.
La Ronda de Noche
El precio de la entrada al museo es de 20 euros para los adultos y gratuito para los menores de edad. La entrada es gratuita con la Museumkaart. Pensábamos comer en la cafetería del museo, ya que nos lo habían recomendado. Pero las patatas nos habían quitado el apetito, así que seguimos con nuestra ruta por la ciudad.
El Museo de Van Gogh
A pocos metros del Rijksmuseum se encuentra el Museo de Van Gogh (10). Es mucho más pequeño, y te permite recorrer la vida y obra de este pintor impresionista nacido en Holanda. Es cierto que las obras más famosas del pintor se encuentran en el Moma, en Nueva York, y en Museo de Orsay, en París. Pero aun así merece la pena entrar.El buque de guerra holandés a finales del siglo XVIII expuesto en el Rijksmuseum
El museo guarda unos 200 cuadros y más de 400 dibujos del artista. Entre ellos, algunos tan conocidos como los Comedores de Patatas, de su primera época, o una de las versiones de los Girasoles y la primera versión de la Habitación de Arlés, de su época impresionista. Una de las cosas más curiosas que vimos en el museo fue la recreación de cómo sería la famosa habitación que aparece en este lienzo.
Lamentablemente, era lunes y ese día el museo está cerrado, así que los pequeños se tuvieron que conformar con el autorretrato del Rijksmuseum.
El precio de la entrada es similar al del Rijksmuseum, 19 euros para los adultos y gratuito para los menores de edad. La entrada es gratuita con la Museumkaart.
El crucero por los canales
Patrimonio de la Humanidad
Estamos en la Edad de Oro en Holanda. La parte vieja de Amsterdam estaba a reventar. Por eso se diseñaron los canales exteriores de la ciudad: Herengracht, Keizersgracht y Prinsengracht. En menos de 50 años, Ámsterdam llegó así a tener más de 100 kilómetros de canales y decenas de puentes.
El crucero entra en los canales exteriores desde Singelgracht
Construida entre los siglos XVI y XVII, la red de canales fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2010 por ser un ejemplo de planificación hidráulica y urbana a gran escala que dio lugar a la creación completamente artificial de una de las ciudades portuarias más grandes de Europa.
Datos prácticos
Existen multitud de compañías que recorren los canales de la ciudad. Básicamente operan desde dos puntos: las proximidades del Rijksmuseum y la estación de Ámsterdam Centraal. Lovers, Stromma, Blue Boat, Gray Line, City Sightseeing son algunas de ellas.
A la salida de Amsterdam Centraal también podrás ver otro punto desde el que salen multitud de cruceros
Nosotros optamos por el de Stromma (11). Por 16,50 euros los adultos y 12,50 euros los niños, nos llevó de paseo por varios canales de la ciudad y por el río Amstel durante 1 hora y cuarto. Estuvimos a punto de subir a un bote de pedales, pero la amenaza de lluvia hizo que desistiéramos de nuestro intento. El muelle se encuentra justo a la salida del Rijksmuseum y pudimos subir en crucero de las 14:05.
El recorrido
El crucero, te lleva por Singelgracht, que marca el perímetro de la zona declarada como Patrimonio de la Humanidad, Lauriergracht, Prinsengracht, Leidsegracht, Herengracht y termina en el río Amstel antes de llevarte de vuelta al Rijksmuseum.
El paseo por los diferentes canales te permite conocer muchas curiosidades sobre la ciudad
Un montón de curiosidades
En el trayecto te van a explicar un montón de curiosidades sobre los canales y sobre cómo han influido en el día a día de la ciudad. Resulta algo difícil pensar que se sacan del fondo de los canales más de 20.000 bicicletas al año.
Casas flotantes
Verás un montón de casas flotantes. Si quieres ver cómo es la vida en una de ellas, puedes pasarte por el Houseboat Museum (12),un antiguo buque de carga construido en 1914 cuya bodega de carga se reacondicionó para albergar una vivienda.Una de las mil casas flotantes que te encuentras en el recorrido
El río Amstel
Pasarás también por el mercado de las pulgas de Ámsterdam (13), al lado de la sede de la Opera y el Ballet Nacional.El mercado de las pulgas
Y verás las famosas Dancing Houses (14). También pasarás por el Walter Süskindbrug (15), al lado del Hermitage. Walter Sükind fue un comerciante alemán de origen holandés. Era judío y ayudó a salvar a unos 1000 niños judíos de ser deportados a los campos de concentración. Muy cerca de este puente se encuentra el Museo de lo Holocausto.
Uno de los lugares más conocidos de la ciudad: las dancing houses
El Mercado de las Flores
Desde la parte trasera se aprecia mejor que el mercado se asienta sobre muchas casas flotantes
El siguiente punto de la ruta fue el Mercado de las Flores. Es uno de los más conocidos de la ciudad. Data del siglo XIX y que tiene la peculiaridad de ser el único mercado de casas flotantes en el mundo.
Uno de los puestos de bulbos que hay a la entrada del mercado
En nuestro camino hacia el mercado pasamos por Nieuwe Spiegelstraat, con sus locas galerías de arte: AbrahamArt y, la más loca de todas, Oink Pigcasso, que expone cuadros pintados por un cerdo. Sí, un cerdo.
La galería de AbrahamArt
Begijnhof
Los hofjes
Una de las señas de identidad de muchas ciudades holandesas son sus conocidos hofjes, patios interiores ajardinados y rodeados de hermosas viviendas. Se reparten en la parte de vieja de las diferentes ciudades. Hemos leído que en Ámsterdan puede haber unos treinta, la mayoría de ellos en el barrio de Joordan.
El Begijnhof quizás sea uno de los hofjes más conocidos de la ciudad
Las viviendas que ves ahora en estos patios, en su momento eran casas financiadas por la clase más pudiente para dar cobijo mayoritariamente a mujeres. Estas mujeres no hacían votos como monjas, pero se esperaba de ellas que cumplieran con ciertas reglas y, en general, llevaran una vida bastante religiosa.
El patio de las beguinas
Nosotros optamos por Begijnhof, un patio que pertenecía a una comunidad de mujeres religiosas llamadas beguinas.
La primera mención a este patio se remonta a 1389. Pero sus casas, entonces de madera, fueron destruidas durante los grandes incendios de 1421 y 1452. Sólo una sobrevivió, la Houten Huys. Fue construida en 1420 y se ha convertido en la casa más antigua de Ámsterdam. Y también en una de las más singulares, ya que, a raíz de aquellos incendios, las casas de madera fueron prohibidas en Ámsterdam. El resto de las viviendas que ves data principalmente de los siglos XVII y XVIII (por su mal estado fueron restauradas en 1987).
La casa de madera más antigua de Ámsterdam
Begijnhof fue un enclave católico en una Ámsterdam predominantemente protestante durante más de 200 años. En 1607 la iglesia gótica de Begijnhof, consagrada el 7 de octubre de 1419, fue cedida a la comunidad protestante. Desde entonces pasó a denominarse la English Reformed Church. Es la que se encuentra en el centro del jardín.
La capilla del Begijnhof
A partir de entonces las beguinas pasaron a celebrar la eucaristía en una capilla oculta en dos casas conectadas, que todavía puedes visitar. Hoy en día solo viven mujeres en Begijnhof.
Datos prácticos
Antes el patio tenía dos entradas. Una por la calle Spui y otra por la calle Gedempte Begijnesloot. Ahora sólo se puede entrar por esta última. El patio sólo esta abierto de lunes a viernes entre las 11:00 y las 16:00, pero la capilla abre a partir de las 11:30. El acceso, como en todos estos patios, es gratuito. Antes de entrar, recuerda que aún vive gente aquí. La casa más antigua de Ámsterdam.
The Seafood Bar
Llegó la hora de volver a comer algo y lo hicimos en The Seafood Bar. No es barato, pero comimos muy bien. Teniendo en cuenta cómo se come en Holanda, es más que recomendable. Está justo enfrente del Begijnhof.Aquí hicimos una parada para comer, algo tarde para los estándares holandeses. Ya había gente cenando
De Papegaai
La habíamos estado evitando, pero había llegado el momento de encontrarnos con ella: Kalverstraat. Se trata de la calle peatonal más comercial y más concurrida de la ciudad. También es una de las más feas. Sin embargo, contiene una curiosidad que hasta este viaje había pasado desapercibida. Se trata de la Iglesia católica de San Pedro y San Pablo (19). Si te fijas, verás un loro esculpido en la fachada. Tal vez sea esa la razón por la que a esta pequeña capilla se le conoce también con el nombre de De Papegaai (el loro)La plaza del Dam y fin del recorrido
Ya había anochecido y la plaza del Dam estaba preciosa con toda la iluminación. Sin estar abarrotada, se podía percibir el bullicio que dominaba el ambiente.La plaza del Dam
Se ubica en el lugar donde se construyó el primero de los diques en el río Amstel allá por el siglo XIII y desde entonces se ha convertido en el centro de la vida comercial de la ciudad.
La Nieuwe Kerk
En la plaza del Dam se encuentran dos de los edificios más conocidos de Ámsterdam: el Palacio Real y la Nieuwe Kerk.
El Palacio Real
Desde su construcción durante el siglo XVII, el Palacio Real (20) ha desempeñado funciones muy diversas, pero actualmente, sirve como uno de los cuatro palacios oficiales donde los reyes celebran sus ceremonias oficiales.No es fácil encontrarse el Palacio Real abierto al público
El Palacio Real está abierto al público de manera intermitente en función de los actos que estén programados. Consulta su página web para ver si tienes suerte y puedes entrar. Nosotros no pudimos
Nieuwe Kerk
La Nieuwe Kerk (22), al lado del palacio, es algo anterior, del siglo XV. En la actualidad alberga todo tipo de exposiciones.El obelisco preside la plaza
Y justo en frente del palacio, verás un obelisco blanco gigante que homenajea a los soldados neerlandeses caídos en la II Guerra Mundial
Oudezijds Voorburgwal
Desde aquí nos dirigimos al canal de Oudezijds Voorburgwal, para ver una de las estampas más bonitas de nuestro recorrido con las casas iluminadas y reflejadas en el extremo norte del canal (23). Un broche perfecto para poner fin a un día aún más perfecto.El final del día nos regaló una de las fotografías más bonitas de nuestra ruta
Justo en el canal adyacente, puedes parar a ver otro de los barrios más conocidos de Ámsterdam: el Barrio Rojo. Nosotros nos quedamos en la acera que da a la Oude Kerk (24) y terminamos en Amsterdam Centraal para subir al tren de regreso.
Uno de los locales que abundan en el barrio rojo
Trompettersteeg
Antes de llegar a la Oude Kerk te vas a encontrar con el callejón de Trompettersteeg (25). No tendría nada de particular si no fuera por el efecto óptico que provoca la forma en que está pintado. No dejes de entrar. Nos habría encantado dar la ubicación exacta, pero se nos olvidó tomarla.El callejón de Trompettersteeg
Si tienes tiempo y ganas, tú puedes aprovechar para cruzar a A’Dam Lookout (26) y poder tener una panorámica estupenda de la ciudad. Nosotros lo dejaremos para la próxima vez.
Si después de leer este artículo con todas las cosas que hacer en Ámsterdam durante tus vacaciones en Holanda, te animas a ir de vacaciones a los Países Bajos con niños para hacer turismo, te recomendamos que leas nuestros consejos para hacer turismo en Holanda con niños, así como los artículos sobre La Haya y sobre Delft.
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